El consumo moderado de alcohol puede ser aceptable para algunas personas con diabetes, pero es esencial tener en cuenta sus efectos sobre los niveles de azúcar en la sangre. El alcohol puede interferir con la regulación del azúcar en la sangre y debe consumirse con moderación y con alimentos. Consulta a tu proveedor de atención médica para asegurarte de que sea seguro y apropiado para ti.